¿Hay chimpancés esquizofrénicos
La sombra oculta de los sueños.
La sombra oculta de los sueños.
Emoción, grandeza y miseria.
La locura que hiere.
La locura que hiere.
Genio y locura.
El cuadro que aparece aquí constituye una obra de El Bosco Piedra de la locura que puede verse en el Museo del Padro de Madrid. En él se expone, como señala Mora, que la locura y las conductas extravagantes y no adaptadas a la exigencia y corte social de la época podían ser intervenidas quirúrgicamente y curadas tras extraer del cerebro la piedra de la locura. Esta referencia aparece en el capítulo 7 del libro dedicado a repasar algunas de las técnicas empleadas para curar trastornos mentales (desde el primitivo pez eléctrico, pasando por la lobotomía o los psicofármacos).
7 comentarios:
hola nieves, soy pablo hidalgo, espero que aun te acuerdes de mi. (yo no creo que me pudiese acordar de alguien como yo(
te escribia para decirte que llevo una especie de blog qn la que voy subiendo mis dibujos y mi cosas y pense que alomejor a ti te gustaria echarle un vistazo.
voy subiendo dibujos y tb algo de diseño con carteles de cine que alomejor te resulta interesante.
aqui te dejo la direccion por si te quieres pasar:
http://piratau.deviantart.com/
un saludo muy fuerte y espero volver a verte y poder charlar algun dia
Locura, genialidad y exclusión forman un peculiar triángulo amoroso que gira al son que marca la ideología reinante del tiempo a considerar.
He llegado por casualidad a tu blog y he quedado doblemente sorprendido. No es habitual la temática pero, por curiosidad galopante, ¿la autora ha sido profesora en un instituto llamado Juan de Padilla? De ser así, soy un antiguo (y agradecido) alumno. De no serlo, disculpas por la pregunta.
¡Saludos!
Perdona por no haberte contestado antes, se me ha pasado. Me alegra mucho lo de tu blog, me parece muy creativo y personal.
Un saludo muy fuerte y cuando quieras charlamos.
Hola Conde. Gracias por tu comentario. He sido profesora de Filosofía durante tres años en el Juan de Padilla de Illescas. Fue hace mucho, más o menos entre 1994 y 1997. A lo mejor fuiste alumno mio, si es así dame alguna pista para que pueda recordarte.
De todas formas un saludo muy fuerte.
¡Vaya! Pues entonces sí fuiste profesora mía (en 3º de BUP, en una clase-zulo y en COU, cuando existían esas cosas). Es normal que no me recuerdes si te digo que me llamo Sergio y que era alto y hablaba poco (éramos muchos y muy parecidos). En cambio, me he acordado muchas veces de algunos de los estupendos profesores que tuve antes de la universidad (no hubo ninguno después, siento decir). Entre ellos, tú. Espero que no me consideres un pelota si te digo que despertaste en mí un interés por la filosofía, por reflexionar y por querer ver más a fondo que mantengo a día de hoy y que me ha permitido mantener algo de actividad cerebral en mi universo laboral repleto de encefalogramas planos.
Si no tienes inconveniente, te agregaré a favoritos y me pasaré a leerte con toda la frecuencia que pueda.
Muchas, muchas gracias.
A Conde:
He revisado mis cuadernos de aquella época y creo que podrías ser Sergio Díaz (en un 3º de BUP de un grupo no muy numeroso y en COU después) He visto las fotos y me acuerdo muy bien de ti. Además tuviste muy buenas notas en Filosofía, entre otras asignaturas.
Me alegro muchísimo de que despertase en ti el deseo de reflexionar, es un aliciente en un trabajo que ha cambiado- creo que a peor- con respecto a esos años.
Me pasaré también por tu página y puedes agregarme a favoritos, aunque mi blog tiene altibajos pues no siempre saco tiempo para hacer una entrada, a pesar de todo intento mantenerlo.
Espero que la vida te vaya muy bien y te mando un saludo muy fuerte.
Vaya, pues ése soy. Me sorprende (y halaga) que me recuerdes aún. Más que buenos resultados, tenía buena maestra. No sabes la de veces que he echado de menos las clases del instituto (aunque en esos momentos, ni me hubiese imaginado que terminaría pensando algo así).
La vida, tirando. Como todo el mundo, supongo (salvo los de arriba, claro). Me temo que tengo que darte la razón en que las cosas han empeorado. Aunque bueno, queda esperanza mientras aún haya gente como tú que nos dé el empujón para sacarnos de la caverna.
De nuevo, gracias. Ah, y no te molestes en pasar por el blog, está oficiosamente cerrado. Me pasaré yo por aquí a saludarte. ¡Un abrazo!
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